El difícil arte de diferenciar géneros

Urban Fantasy:
La acción transcurre en la actualidad o en un futuro cercano, donde lo sobrenatural es algo cotidiano. Probablemente los protagonistas sean seres sobrenaturales y/o desempeñen una función en la comunidad sobrenatural. La descripción de este mundo fantástico suele ser detallada, lo que implica una firme construcción a nivel ambientación y cosmogonía por parte de los autores.
Puede estar protagonizada por un héroe que desempeñe el rol de un detective privado, digno de las novelas policiales, generando en algunos casos un curioso ambiente noir sobrenatural.

Cuando el rol protagónico recae en una mujer, la diferencia entre Urban Fantasy y Paranormal Romance suele ser confusa debido especialmente a la aparición de híbridos a los que podríamos denominar Urban Fantasy/Romance.
Los tres géneros se caracterizan por la presencia de una heroína fuerte e independiente. En el caso de Urban Fantasy, la prioridad de la protagonista será llevar a cabo la misión encomendada o auto-impuesta y se desempeñará con eficiencia. Tendrá una vida sentimental desordenada y una visión irónica de la vida, aunque esto no impide la posibilidad de un final feliz.

Paranormal Romance:
A pesar de la presencia de una heroína fuerte, la prioridad de ésta será su vida sentimental. En muchos casos la trama sobrenatural es un mero pretexto para el desarrollo de la historia romántica. La ambientación paranormal suele carecer de profundidad pero abundan los galanes sobrenaturales y “peligrosos”. No siempre la protagonista es una heroína, a veces es una damisela en desgracia rescatada por el galán de turno.

Urban Fantasy - Romance:
Protagonizado por una heroína fuerte que logrará hallar un balance entre el cumplimiento de alguna misión encomendada o auto-impuesta y su vida romántica. La característica que lo define como Urban Fantasy es precisamente la firme construcción de un universo sobrenatural. 
No se trata de un género establecido. En realidad es un híbrido cuya fórmula varía de acuerdo a la autora, siendo el porcentaje de elementos fantásticos o románticos lo que incline la balanza hacia un extremo u otro.